nuestros ojos videntes observan
que se asustan al vernos las aves
y en bandadas volando se alejan,
el insecto en la yerba se oculta
y las flores parece que tiemblan,
y del cáliz arrojan al aire
más ¿también el poeta os espanta?
aves, flores sabed que el es bueno
y que nunca os persigue ni daña.
La hermosura que el cielo os ha dado
vuestros tiernos amores el canta
¡saludad lindos seres gozosos
al poeta, al amigo que os ama!
¿No sabéis avecillas medrosas
distinguirle entre todos los hombres
al notar que el os mira sonriendo
que contempla gozosos las flores
y que a veces detienese absorto
a escuchar vuestras dulces canciones?
¿No sabéis que sus ojos os dicen
que no debe inspiraros temores?
Cual confiada en la flor te detienes
mariposa que buscas reposo
bien podrías posarte en las manos
que mostrémoste en balde nosotros,
placeríamos ver desde cerca
de tus alas los tintes hermosos
y a los aires después de admirarlas
suavemente lanzarte de un soplo…
Pajarillos que huís asustados,
dando gritos, las alas batiendo,
si notáis que miramos los nidos
donde están vuestros caros hijuelos,
no temáis que nosotros robarlos
despiadados, jamás intentamos
¡Cese cese el piar lastimoso
Esos tristes clamores y ruegos!
Nos inspiran respeto los niños
tenues lechos de amor y alegría
que persianas hojosas encubren
y el azul firmamento cobija;
que embalsaman innumeras flores
que columpian y besan las brisas,
y de noche los astros alumbran
y reciben de Dios la sonrisa!...
Laura Vanini Silva, Septiembre 1917
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