I
¡Estrella del Nuevo Mundo!
¡Chile, mi patria querida,
sólo al pronunciar tu nombre
de gozo el pecho palpita!
¡Oh madre Patría! yo te amo
porque en ti vine a la vida,
porque en ti, por vez primera
ví la hermosa luz del día!
¡Te amo porque es tuyo el aire
que respiro con delicia,
y el suelo que me sustenta
¡Oh cuán bella eres, mi Patria:
fértiles son tus campiñas,
encantadores tus valles,
benigno y suave tu clima;
bellísimos son los ríos
que tus campos fertilizan,
y los copiosos torrentes
que tus paisajes animan;
deleita el risueño aspecto
de tus agrestes colinas,
y tus bosques majestuosos
asombran al que los mira!
A tu izquierda, al lado Oriente,
se alza, soberbia y magnífica,
la montaña de los Andes,
como tú ¡grande y altiva!
y a tu diestra el mar Pacífico
besa humilde tus orillas,
celebrando en himno eterno
las glorias por ti adquiridas!
II
¡Oh mi Patria, grande y libre!
¡bello porvenir te aguarda,
por la senda del progreso
con paso seguro marchas!
iYo, aunque ahora soy niño,
sé amarte con toda mi alma,
y al pensar que soy chileno,
patriótico ardor me inflama!
Para ser buen ciudadano,
estudio desde la infancia:
¡consagrarte mi existencia
es mi más noble esperanza!
¡Trabajaré desde joven,
llevando una vida honrada;
sabré cumplir mis deberes
con entusiasmo y constancia;
mi inteligencia y mis brazos
pondré a tu servicio ¡oh Patria!,
cifrando mi gloria en verte
libre, feliz, respetada!
¡Defenderé tus derechos
y, si es preciso, mañana
sabré como buen patriota
rendir mi vida en tus aras!
Blanca Vanini Silva
Granja Santa Fresia, 23-de Abril de 1907
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